.-

martes, 10 de enero de 2012

Preciosa
No tengo respuestas para tus dudas o temores, pero puedo escucharte y buscarlas junto a ti.

No puedo cambiar tu pasado ni tu futuro pero ten la certeza que siempre que me necesites, estaré allí.

No puedo evitar que tropieces al cruzar el puente
como alguna vez te ofrecí,
solamente puedo ofrecerte mis hombros
para que te sujetes y pases sobre ellos.

Tus alegrías, tus triunfo y tus éxitos no son míos
pero los disfruto sinceramente contigo.
Cuando te veo feliz

No puedo ni debo juzgar las decisiones que tomas en la vida
solamente quiero apoyarte y ayudarte si me lo pides.

Jamás podré impedir que te alejes de mí
pero si podré desearte lo mejor
y esperar en silencio a que vuelvas.

No podré evitar tus sufrimientos
cuando alguna pena te parta el corazón,
pero podré llorar contigo y recoger los pedazos
para juntos armarlo de nuevo.

No podré decirte quién eres
ni quién deberías ser.

Solamente podré quererte como eres
y esperar en Dios a que El haga su obra
conforme a su Divina Voluntad

Ratings by outbrain