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sábado, 23 de agosto de 2008

LENGUAJE Y DESTINO (IV PARTE)

REVISA TU FORMA DE SALUDAR


Revisa tu forma de saludar, cual es tu forma de responder y te invito a crear un nuevo formato de saludo para que cambies tu programa a partir de tu saludo.,

¿Cómo te va?
¡Excelentemente bien!
¡Fantástico!
¡Maravillosamente!
¡Por la gracia de Dios!

Esos son los saludos de un triunfador, esos son los saludos de un ganador. Muchos neciamente dirán: ¡Pero yo para que voy a decir que estoy bien cuando en realidad estoy mal! Créame que si usted está mal hoy es el resultado de las palabras que ha venido pronunciando en los meses anteriores y en los años anteriores. Si usted insiste en repetir esas palabras ese es el futuro que tendrá. Si alguien sigue hablando como ha hablado siempre, si sigue pensando como ha pensado siempre, seguirá sintiendo como ha sentido siempre, seguirá actuando como ha actuado siempre y seguirá consiguiendo lo que ha conseguido siempre.

Si quiere un cambio en su vida debe empezar a cambiar su pensamiento, pero usted no puede cambiar sus pensamientos cuando tiene programas viejos, cuando tiene programas negativos y jamás podrá cambiar sus programas y su vida si sigue repitiendo las mismas palabras negativas.

Esto tiene un soporte en la Biblia, en el libro sagrado. Cuando a muchas personas le hablan de la Biblia automáticamente piensan en religión. Aclaremos algo; la Biblia no es un libro religioso, es ante todo un libro histórico porque habla del hombre desde su creación hasta su final, del génesis hasta el apocalipsis. Es también un manual de soluciones, manual de comportamiento para la vida humana, donde se le explica al hombre cual es la forma correcta de vivir.

Al analizar que habla el génesis que es el primer libro de la Biblia en sus primeros renglones palabras más palabras menos dice: En el principio todo era oscuro, sin vida y tenebroso, cuando de pronto se oyó la voz de Dios. Y dijo Dios háganse los cielos y la tierra y fueron hechos y continua diciendo, y dijo Dios hágase el hombre a mi imagen y semejanza incluso con poder creador y así se hizo.

Analicemos un poquito este contexto: En el principio todo era oscuro, sin vida y tenebroso. Cuando nada existía, cuando existía la nada. Cuando de pronto se oyó la voz de Dios. ¡Se oyó la voz de Dios! Ahí no dice que Dios se apareció, es más en la misma Biblia está escrito que Dios no se le aparece a nadie. A Dios nadie lo ha visto, si usted no ha aprendido a ver a Dios a través de sus hijos, a través del Sol, la lluvia, de su alimento, a través del día, de la noche, etc, jamás lo va a ver porque Dios está en todas partes y está en usted mismo.

No dice que se apareció la luz, dice ¡Se oyó la voz de Dios! Lo que ratifica lo que dijimos anteriormente.
Las palabras son el principio de la creación, las palabras anteceden a la creación, el universo y la vida. ¿Que significa eso hoy a la luz del Siglo XXI? Sencillo. ¡Todo lo que pasa en tu vida es porque lo has creado tú con tus palabras!

¡Repítete! ¡Yo soy archimillonario, yo soy próspero y rico, el dinero fluye en mi vida en forma abundante, copiosamente y sin esfuerzo! ¡El dinero crece en mis manos como crecen los árboles en el campo, todo lo que yo gasto vuelve a mí multiplicado porque yo soy la fuente de toda la riqueza, yo soy próspero y muy rico, soy archimillonario!

¿Cuando hace que no te dices esas palabras? Para muchos es probable que nunca se las hayan dicho. ¿Comprende usted porque no tiene riquezas? Sencillamente porque nunca las ha creado con sus palabras.

¿Pero cuantas veces ha dicho que es pobre? ¿Cuantas veces ha dicho que no tiene dinero? ¿Cuántas veces ha dicho que el dinero no alcanza para nada? ¿Cuántas veces ha dicho que está quebrado? Esa condición de pobreza y escasez la ha creado usted con su sus propias palabras.

¿Cuantas personas rechazan la salud a través de sus palabras? ¿Cómo le va? ¡Ahí regularcito! ¡Con los mismos achaques! Personas que con sus palabras renunciaron al derecho de ser sanos y hasta compiten por medio de ellas a ser enfermos. ¡Eso no es nada mija como me duele a mí la cabeza! ¡Como me duele a mí la gastritis! ¡eso no es nada si vieras como me duele a mí el juanete! Esas personas terminan siendo hipocondríacas, terminan compitiendo por cual está más enferma, terminan pendiente de que enfermedad está de moda para poder estrenarla.

Cuantas personas han renunciado a la posibilidad de amar y ser amadas a través de sus palabras. ¡Hola como estás de linda! ¡Lo mismo les dirás a todas! ¡Hasta por burlarte lo dirás! ¿Te parece? ¿Qué se está diciendo esta persona con esas palabras? “Yo sé que soy fea, no merezco que reconozcan en mí la belleza.” “Seguramente usted lo dice por burlarse”

Cuantas personas dicen permanentemente ¡pobre de mí! Cuantas veces al nacer un niño sus padres dicen ¡Pobre mi hijo, otro pobre más para este mundo! Cuantos padres de familia tienen el hábito de decir ¡Pobrecito el niño se cayó!, ¡pobrecito el niño, tiene que ir al colegio cuando está lloviendo!, ¡pobrecito el niño no le he dado el tetero!, ¡pobre mi muchachito!, ¡pobre! ¡`pobre! etc. Así sea con buena intención y con mucho amor, está programando a su hijo para que sea otro pobre más.

Cuantas veces te han dicho ¡oye que buen trabajo, te felicito! Y la respuesta que has escuchado ha sido: “Pura chiripa” ¿Que está diciendo esa persona? Yo soy un mediocre, si algo le salió bien fue por chiripa. Cuantos estudiantes dicen ¡Increíble, gané el año! ¿Qué está diciendo ahí? Que ni el mismo creía que merecía ganar el año.

Si quieres ser rico en tu vida habla de riqueza,
si quieres ser pobre habla de pobreza,
si quieres ser sano habla de salud,
si quieres ser enfermo habla de enfermedad!
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